La alimentación ecológica no es una moda pasajera: es una respuesta consciente a los problemas de salud pública que vivimos hoy. El exceso de químicos en los alimentos, la pérdida de nutrientes y el impacto ambiental del sistema agrícola convencional han hecho que muchas personas busquen alternativas más saludables. Y aquí es donde la alimentación ecológica muestra su verdadero poder: ayudar a prevenir enfermedades y fortalecer nuestro organismo de manera natural.

La contaminación ambiental se ha convertido en uno de los problemas más graves del siglo XXI. Aunque muchas veces se habla del daño que causa en el planeta cambio climático, pérdida de biodiversidad, desastres naturales, menos atención se presta a su impacto directo sobre nuestra salud. Respirar aire contaminado, beber agua no segura o consumir alimentos con residuos tóxicos afecta silenciosa pero profundamente a nuestro bienestar físico y mental.